lunes, 1 de diciembre de 2014

el tesoro del duende

                   Tesoro de duende

Juan Rufo: Apotegmas. Edición de Alberto Blecua. Sevilla: Fundación José Manuel Lara, 2006, p. 202:
Es habla del vulgo que los duendes solían dar noticia de algunos tesoros, y que los que callaban los hallaban ciertos; y los que no, vueltos carbón. Y como se tratase del origen que esta fábula había tenido, dijo que la privanza de los Reyes era semejante a esto, y que aquél la gozará que menos demostraciones hiciere de privado. Y que cualquier secreto que se fía de tercero es también tesoro de duendes: porque si se calla como se debe, es un rico tesoro; y si se descubre, se convierte en carbón, y a veces, encendido.
Obras completas de Lope de Vega. Comedias. Vol. XII. Edición de Jesús Gómez
ez y Paloma Cuenca. Madrid: Turner, 1995, pp. 572-573:
Muchos alpargates rasgo;
vos, Carbonero, ser trasgo:
volverse el paga carbón.
Varias hermosas flores del Parnaso que en cuatro floridos cuadros plantaron junto a su fuente cristalina don Antonio Hurtado de Mendoza [...] y otros ilustres poetas de España. Valencia: Francisco Maestre, 1680, p. 185 (en el impreso, 145, por inadvertencia de los impresores):
Primero que hombres tu amor fiero
deseará de duendes el dinero
o suyo o encantado de los moros
por lo que son carbones sus tesoros;
que, en todas ocasiones,
son para ti tesoros los carbones;
mas no creas en ellos, vana y loca;
mira no los embolses en la boca,
que ellos a ti te gastan, si lo entiendes;
no pongas tanta fe en cosas de duendes
y, pues todo carbón te es lisonjero,
ten, señora, la fe del carbonero.
(Véase también Francisco Rodríguez Martín: Luis Barahona de Soto. Estudio biográfico, bibliográfico y crítico. Madrid: Sucesores de Rivadeneyra, 1903, p. 731; Juan Fernández de Heredia: Obras. Edición de Rafael Ferreres. Madrid: Espasa, 1955, p. 58; Francisco de Quevedo: Poesía original completa. Barcelona: Planeta, 1999, p. 619; José Antonio Maravall: La cultura del Barroco. Barcelona: Ariel, 2002, p. 410; Robert Burato Anatomía de la melancolía. Madrid: Alianza, 2006, p. 89; y Fernando Doménech [ed.]: La comedia de magia. Madrid: Fundamentos, 2008, p. 232.)

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